En esta ocasión vamos a rehogar las espinacas en vez de cocerlas, con lo que se harán en su propio jugo y perderán menos vitaminas y color.
Comenzamos lavando muy bien las espinacas. Las escurrimos y las picamos.
En un fondo de aceite de oliva virgen extra rehogamos un par de dientes muy picados. Después de un par de minutos añadimos un puñado de piñones. Yo añadí entonces otro puñado de pasas corinto pero si se echan entonces se tuestan demasiado, así que mejor añadirlas en el siguiente paso.
Cuando el ajo y los piñones empiecen a dorarse añadimos las espinacas picadas y una manzana ácida, pelada y picada en trozos menudos. Añadimos ahora las pasas.
Rehogamos, a fuego bajo y con la sartén tapada, durante quince minutos. Abrimos y dejamos a fuego abierto otro par de minutos.
Debe quedar jugoso pero sin caldo. Y las espinacas no deben perder mucho de su bonito color verde. Este es el resultado final:
Comenzamos lavando muy bien las espinacas. Las escurrimos y las picamos.
En un fondo de aceite de oliva virgen extra rehogamos un par de dientes muy picados. Después de un par de minutos añadimos un puñado de piñones. Yo añadí entonces otro puñado de pasas corinto pero si se echan entonces se tuestan demasiado, así que mejor añadirlas en el siguiente paso.
Cuando el ajo y los piñones empiecen a dorarse añadimos las espinacas picadas y una manzana ácida, pelada y picada en trozos menudos. Añadimos ahora las pasas.
Rehogamos, a fuego bajo y con la sartén tapada, durante quince minutos. Abrimos y dejamos a fuego abierto otro par de minutos.
Debe quedar jugoso pero sin caldo. Y las espinacas no deben perder mucho de su bonito color verde. Este es el resultado final: