Con unos recortes de lomos de bacalao de Olhâo (Algarve), preparamos este guiso popular portugués de Bacalhau cozido. Lo tuve en remojo, dentro de un recipiente cerrado en la nevera, 48 horas; cambiando de agua cada 6 horas.
En su versión más sencilla es bacalao cocido presentado, con un chorreón de aceite virgen extra, junto a papas cocidas, huevo duro y, a veces, zanahorias. La versión que haremos es más parecida a un potaje, con verdura de hojas (grelos) y garbanzos (grâo de bico). Hemos cambiado los grelos por kale, o col rizada o crespa que, considerada un superalimento por sus propiedades alimenticias, se ha disparado su consumo. Usamos unos garbanzos maragatos, de calibre un poco mayor que los pedrosillanos. Creo que, estéticamente, al guiso le va bien garbanzos pequeños.
Ponemos a cocer, en agua caliente, los garbanzos junto con las patatas peladas y enteras y unas zanahorias raspadas.
Encima del agua, para que se hicieran con su vapor, coloqué las ramas de kale. Cocí todo en olla a presión, y tardó unos veinte minutos (depende de la olla).
Ya, a fuego abierto, añadí los trozos de bacalao ya desalados. Lo dejé cocer unos diez minutos (si los lomos son más altos, unos quince minutos).
El plato ya terminado: