Elaboramos esta receta, con ingredientes de comercio justo, como nuestra colaboración a la plataforma Jerez Ciudad por el Comercio Justo, que esta semana, del 22 al 28 de noviembre, pone en marcha una campaña de concienciación, con Rutas de Comercio Justo en los Distritos Este y Noreste de Jerez.
Hemos elegido la leche de coco Alter Eco, de pequeños productores de Sri Lanka, de producción ecológica y con certificado Fair for life – Responsabilidad social y Comercio justo, que garantiza unas condiciones de trabajo justas, un buen desempeño medioambiental y de relaciones comunitarias y, además, justas relaciones comerciales, precios justos y apoyo directo a los grupos que los producen. Todas las verduras utilizadas en la receta son de nuestro grupo de consumo ecológico responsable “Verduras Revolución”, de la pequeña finca La Jaranita, en Barrio Jarana (Puerto Real). Se cumple así también otro de los objetivos del Comercio Justo, la de crear vías de comercialización directas, alternativas a las tradicionales, que favorezcan el desarrollo y condiciones laborales dignas de pequeñas producciones.
Ingredientes de la receta
Receta
Pelar y limpiar un trozo de calabaza (utilicé unos 600 gramos). Cortarla en trozos pequeños y rehogarlos con aceite de oliva virgen extra unos cinco minutos en una cazuela. Deben quedar un poco caramelizados. Retirar y reservar esos trozos de calabaza.
En la misma cazuela, añadir un poco más de aceite y sofreír, durante unos diez minutos, media cebolla grande, un puerro, una rodaja pequeña de jengibre fresco y una manzana, todo muy picado, y con el añadido de una cucharadita de sal.
Añadir entonces los trozos de calabaza ya rehogados.
Cubrimos con caldo de verduras o agua. Yo eché, para estas cantidades, unos 800 ml de agua, para que salga la crema espesa; si se quiere más líquida, añadir un litro. Dejamos cocer, a fuego suave y con la cazuela tapada, durante 20 minutos.
Cogemos un poco del caldo caliente de la cocción en una taza, le añadimos un par de cucharaditas de la pasta thai de curry rojo (otra cucharadita más, si se quiere más picante) y removemos con un tenedor hasta diluirla y dejarla sin grumos.
Antes de usar la leche de coco debemos hacer que vuelvan a mezclarse bien la grasa y el agua de esta leche de coco. Es normal que, en reposo en su lata, la leche de coco se separe en dos capas: arriba, una crema muy espesa y, debajo, el líquido. Vuelven a mezclase si agitamos fuerte la lata, antes de abrirla; o si, ya abierta, la removemos fuerte con un tenedor, hasta que quede sin grumos.
Con la cazuela fuera del fuego, le añadimos el curry rojo disuelto y unos 150 ml de leche de coco (Alter Eco u otra marca de comercio justo). Trituramos (con batidora o en Thermomix) hasta conseguir una crema homogénea.
Ya en el plato, le añadimos a la crema un poco de cilantro fresco picado y un chorrito de zumo de lima por encima.
Los diez principios que deben cumplir las organizaciones que trabajan en comercio justo, establecidos por la Organización Mundial del Comercio Justo: