Desde ayer está abierta la nueva tienda de productos ecológicos, naturales y de comercio justo del casco histórico de Cádiz, La Huerta de San Miguel, en la calle San Miguel nº 4, la misma calle del Teatro de Títeres y muy cerca del Mercado Central. Ese mismo espíritu de mercado popular, de verdulería y frutería clásica de barrio, por cercanía y precios, es lo primero que transmite este nuevo establecimiento. Vienen a defender que los productos ecológicos, como aquí llegados en muchos casos directamente de quienes los cultivan, no tienen por qué ser prohibitivos para la mayoría. Naturalmente, no puede compararse –tampoco en su coste- un tomate criado en su temporada, madurado al sol y recogido en su mejor momento con otro de crecimiento acelerado en invernaderos, que enrojece en cámara y viene hinchado de agua para rebajar su precio a costa de su sabor. Comparación que sirve igual cualquier otro producto de las nuevas fábricas agrícolas.
Al frente de esta nueva tienda están Rossana y Laura, que han dado el paso desde su experiencia en grupos de consumo de estos productos al de proveedoras ahora de los mismos. Las asesora Joaquín Díaz, con una dilatada experiencia de décadas como agricultor ecológico, antes en huertas valencianas y, ya en la provincia, en Verduras Revolución y ahora en Parcela 6, con campo en la finca puertorrealeña del Cortijo Guerra. Muchas de las verduras y frutas frescas de venta en "La Huerta de San Miguel" provienen de esa misma huerta o de otras en la misma Bahía de Cádiz o en las cercanas Algeciras o Coín, en un recorrido que no tarda más de pocos días desde la tierra a los estantes.
Otro aspecto importante, y bien trabajado en esta tienda, son los alimentos y cosméticos elaborados o extraídos con procedimientos ecológicos, muchas veces difíciles de encontrar fuera de tiendas especializadas como ésta. Aquí se amplía el territorio de búsqueda de productos a todo el territorio del Estado, sin olvidar los de la propia provincia gaditana. Desde la sal marina de las isleñas Salinas San Vicente a las algas de esteros de esta Bahía que depuran y preparan en Suralgae. O los derivados de la apicultura (miel, polen, jalea real, meloja) que vienen desde el jerezano Rancho Cortesano. En la gama de aceites destaca el aceite virgen extra ecológico "Oro Natura", elaborado por la almazara de Olvera de la Cooperativa Agrícola Los Remedios-Picasat, a partir principalmente del zumo de aceitunas lechín con otras variedades en menor cantidad: manzanillo, hojiblanca, verdial o alameño. Otra marca de gran interés es el virgen extra ecológico del Cortijo de La Molina de Cabo de Gata, a partir de aceitunas arbequinas.
De la prestigiosa marca "Rincón del Segura", desde Albacete, traen cereales ecológicos, como arroz integral o semiintegral de Calasparra cultivado con aguas de la cuenca alta del Segura, trigo, centeno, espelta, khorasan, o maíz para palomitas; semillas de linaza, sésamo o alforfón; harinas de esos cereales o legumbres de cultivo ecológico. Copos de cereales de Naturcid, desde Monforte del Cid (Alicante) o Pastas integrales de espelta de Soria Natural. Dulcería de la panadería granadina Bioartesa, en Castillejar; panes tradicionales de la panadería Zapelia de Coín o panes de molde de Landalusi, de la sevillana Sanlúcar La Mayor. Mermeladas y jaleas de "Licores Grazalemeño". Las especias vienen de la cacereña comarca de La Vera de la Finca La Mesa.
Su oferta de vinos ecológicos, con una bodega que -nos contaron- está aún en crecimiento, acoge al mosto de Trebujena Entusiástico, del amigo y gran activista del cultivo natural de la tierra, Pepe Cabral. O el sorprendente Lagar Ambrosio, un vino blanco ecológico elaborado en Olvera por la Bodega Ambrosio, a partir de la uva autóctona perruno. Un vino que conocí a través del reportaje que le hizo el blog amigo Tubal a este Lagar Ambrosio. En espumosos, el Xamprada Seco de Palacio de Canedo, de uvas Godello y Chardonnay de cultivo ecológico. O, de la misma bodega, su Blanco Godello 2011 y su Tinto Maceración 2012. Como curiosidad, las gelatinas de vinos ecológicos elaboradas por las Bodegas Robles, de Montilla Moriles, de vino fino, oloroso, Pedro Ximénez y vinagre al PX.