Hemos asistido esta mañana a la presentación de la IX edición de las Jornadas de la Sal y el Estero, de El Puerto de Santa María, en los salones de la Fundación Osborne, dentro de las bodegas de Mora de Osborne (calle Los Moros, 7), donde tendrá lugar dicha Jornada, el domingo 19 de noviembre.
Destacó que, a diferencia de otras ediciones con público mayoritariamente portuense, este año el 48,9 % de las entradas vendidas han sido adquiridas en El Puerto. Lo que supone que las Jornadas crecen como evento que atrae turismo de proximidad, principalmente de otros lugares de la provincia gaditana. Pero también, de forma creciente, desde otras provincias, principalmente andaluzas. Indicó que al finalizar la Jornada se dirá el sitio y fecha para la venta de entradas, así como el lugar de celebración, de la próxima 10ª edición, el año que viene.
Intervino Francisco Romero Bustillos, gerente del grupo LAERAS, que dijo mantiene dos líneas de trabajo, la crianza sostenible en esteros propios y despesque artesanal, a través de Esteros del Guadalquivir, y la distribución y comercialización de pescado de estero a través del canal HORECA, con la marca «Del´Aqua, delicias del mar». Actualmente es también presidente de CTAQUA, Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía. Comentó que existe una barrera cultural, de escepticismo de los consumidores ante el pescado de crianza, ante los ganaderos de peces, como se autodefinió. Cuando, dijo, es un pescado de cercanía, de kilómetro cero, llevado por empresas familiares y locales. Y dio un dato impactante: cerca del 60 % de las doradas y lubinas son importadas, nos llegan de fuera. Planteó el reto de rentabilizar el producto, directamente desde la granja al restaurante.
Intervino a continuación David Calleja, como concejal de Hostelería, que resaltó era el segundo año que se celebraría la Jornada en la bodega de Osborbe. Destacó la importancia que supone la Fundación Osborne para la hostelería portuense, y estas mismas Jornadas.
Terminó el acto con un sentido homenaje al chef Joaquín Ramírez, fallecido este mismo año. Nicolás Terry, visiblemente emocionado, recordó al amigo, parte importante de estas Jornadas desde su inicio, y fundamental también para entender el despegue de la restauración de El Puerto. Rememoró cómo entró, pelando patatas, en el Club El Buzo, donde llegaría ser jefe de cocina. Luego, el grueso de su carrera lo haría en el Hotel Monasterio y, tras veintidós años, abrir su propio restaurante, Los Rescoldos, especializado en carnes, en donde también estarían sus hijos Daniel y Joaquín. Su familia estaba presente en el acto y recibieron, emocionados, una placa que recordaba el buen trabajo de Joaquín Ramírez.
Terminó esta presentación brindando por una larga vida a estas Jornadas de la Sal y el Estero.
Para beber, Fino Coquinero, Oloroso Bailén y Cream Santa María, de Osborne.