Teníamos muchas ganas de comer tranquilamente en La Embajada (c/ Arroyuelo, 14), un restaurante abierto en 2019 por la familia Amado, en pleno centro de Chiclana de la Frontera, cerca del mercado de abastos. Ya habíamos participado en alguna de las numerosas actividades culturales que organiza y habíamos cenado aquí, tapeando en este amplio y muy hermoso local, antigua criadera de vinagres de la Bodega Primitivo Collantes. Este antiguo uso permite que el local tenga espacios diferenciados, desde el salón principal donde se realizan exposiciones pictóricas y las charlas y presentaciones de libros, hasta ese impresionante patio, con galerías para protegerse del sol o el relente, si refresca, o abierto al cielo como piden las noches más cálidas.
En su entrada, junto al bar, que también funciona para tapear en su barra, tienen lo que llaman "El Colmado", tienda de venta al público de productos artesanales, muy cuidados, muy bien escogidos, de empresas familiares de la misma Chiclana, en una oferta que dice mucho de la filosofía de productos de cercanía con la que trabajan. Entre esas joyas, los quesos de Los Hardales, con rebaño propio de cabras; la miel Las Bravías, de colmenas que van moviendo por parques naturales de la provincia, buscando los campos con mejor floración en ese momento; los embutidos y chicharrones de la Carnicería El Colinero, hechos en el día; o la deliciosa cerveza artesana local, Blanco y Verde. Por supuesto, los vinos de Chiclana: los de la Bodega Manuel Aragón, los de Primitivo Collantes, los de la Cooperativa de la Unión de Viticultores Chiclaneros.
Ssam de ortiguillas fritas y manzana verde:
.jpg)
.jpg)
